El CEIP Alfonso de Orleans es un colegio público de Educación Infantil y Primaria, situado en la localidad de Utrera (Sevilla, Andalucía). Se encuentra ubicado en la barriada conocida como “Los Militares”, a las afueras de la ciudad. El centro, actualmente, tiene dos líneas y en torno a 400 alumnos cuyas familias tienen un nivel socioeconómico y cultural medio.
Es un centro que ha vivido en los últimos años importantes cambios en su estructura organizativa, en su estilo de enseñanza y en sus prácticas de aula. La comunidad educativa, y en especial, los docentes que componen el Claustro están muy comprometidos con la innovación (reflexionada), con la formación y con la mejora constante de la calidad de la educación que ofrecen a sus alumnos.
¿POR QUÉ UN AULA DEL FUTURO?
La idea de participar en el proyecto “Aula del Futuro” y promover cambios en los espacios del centro, surgió de un importante proceso de reflexión, en el que se implicó a toda la comunidad educativa, y en la que se detectaron las siguientes necesidades y retos de nuestro centro:
- El análisis de los resultados académicos mostró que nuestro alumnado posee un alto nivel de conocimiento, pero un nivel medio/bajo de competencia, presentando dificultades para transferir esos aprendizajes a otros contextos diferentes al escolar.
- En las reuniones de tránsito con el instituto de referencia nos comentaron que ellos también perciben esta problemática y se nos solicitó que tomemos medidas para solucionarlo.
- El alumnado reclamaba espacios de aprendizaje más motivadores y “modernos” y procesos de enseñanza más cercano a sus intereses y más actuales.
- Los test de competencia digital, realizados por el profesorado dentro del marco del proyecto Transformación Digital Educativa, mostraron los niveles competenciales más bajos en las áreas relativas a la pedagogía digital y la facilitación de las competencias digitales del alumnado.
- En la memoria de autoevaluación se recoge la necesidad de actualizar las metodologías de trabajo de aula para asegurar el desarrollo de las competencias clave de los niños y niños, destacando especialmente la de aprender a aprender y la competencia digital. Además, se evidencia la necesidad de disponer de espacios en el centro favorecedores del desarrollo de estas nuevas metodologías.
- La sociedad demanda unos procesos educativos que promuevan el trabajo autónomo de los futuros ciudadanos, que persigan el desarrollo de un pensamiento crítico y reflexivo, que desarrollen capacidades de creatividad y emprendimiento y uno procesos educativos enfocados al manejo y uso autónomo de las tecnologías de la información y la comunicación, además de al conocimiento de los riesgos y peligros que entrañan estas tecnologías, para contribuir al uso seguro de las TIC, las redes sociales e internet, aspectos todos ellos con poco reflejo en nuestras actuales prácticas de enseñanza-aprendizaje.



Todo esto justificó, la necesidad de participar en este proyecto, que se convertiría en un recurso fundamental para dar un impulso a la construcción en nuestro centro de espacios de aprendizaje favorecedores del desarrollo de las metodologías activas e innovadoras y facilitadores de la puesta en marcha de procesos educativos centrados en los medios tecnológicos.
¿CÓMO SE DESARROLLÓ LA TRANSFORMACIÓN DEL ESPACIO?
Nuestra aula del futuro está ubicada en la biblioteca del centro. Para transformar el espacio, comenzamos por poner en marcha un proceso de diálogo y reflexión entre toda la comunidad educativa. Ubicamos en el pasillo un espacio para el aula del futuro donde se podía leer la información sobre los diferentes espacios que la forman y dimos una formación a los profes y a los padres. Todas las personas que quisieron pudieron hacer su propio boceto de aula del futuro y colocarlo en su espacio del pasillo.

Posteriormente, hicimos una sesión de Claustro donde debatimos sobre los diferentes bocetos, valorando pros y contras y eligiendo el modelo final, que luego se aprobó en Consejo Escolar. En este Claustro, también reflexionamos sobre las necesidades formativas necesarias para poder poner en marcha las metodologías de trabajo necesarias para desarrollar proyectos dentro del aula del futuro.
La principal dificultad que encontramos para transformar nuestro espacio fue de carácter económico. Los recursos necesarios en el aula del futuro eran muy caros y el centro no disponía de dinero para poderlo afrontar la compra, dificultad que solventamos realizando proyectos de innovación, que nos permitía, además de conseguir dinero, afrontar las necesidades formativas y la creación de espacios de reflexión conjunta. Así mismo, y gracias a la colaboración de AMPA, pedimos subvenciones con las que desarrollamos las primeras actividades para poner en marcha los aprendizajes que íbamos adquiriendo y con las que pudimos comprar algunos materiales como los Kit de robótica. La participación en los programas educativos STEM de la Junta también nos proporcionó dinero para poder adquirir nuevos recursos.
NUEVAS METODOLOGÍAS
Para la puesta en marcha del aula del futuro fueron necesarias la adopción de metodologías activas y competenciales tales como: aprendizaje basado en proyectos, retos o problemas, aprendizaje-servicio, aprendizaje por investigación, gamificación, aprendizaje cooperativo o design thinking.
También se hacía necesario el uso dinámico y diferente de las tecnologías. La mayoría de estas metodologías no se usaban previamente, por lo que su conocimiento y desarrollo en las aulas supuso un importante reto formativo que decidimos abordar previo a la construcción de nuestra aula del futuro. Dicho proceso de formación se llevó a cabo mediante diferentes modelos formativos: formación en centros, grupos de trabajo, asistencia a cursos organizados por la Junta de Andalucía y por el Ministerio, etc.
De esta manera, comenzamos a adentrarnos en las metodologías que íbamos a necesitar y constituimos un grupo de innovación que se encargaba de promover la inclusión de los aprendizajes docentes en las prácticas de aula. El trabajo del grupo de innovación se completó con el desarrollo de tertulias trimestrales, en las que analizábamos la implementación de las nuevas metodologías y las dificultades que se iban encontrado. En cursos posteriores, continuamos la formación a través de los proyectos de innovación solicitados y mediante las oportunidades de aprendizaje que nos ofreció un proyecto Erasmus+ sobre aula del futuro que estuvimos desarrollando durante dos años, y en el que pudimos visitar numerosas aulas del futuro de otros países europeos y analizamos la manera que la que trabajan en ellas.



Todo este proceso iniciado gracias al proyecto “aula del futuro” tuvo un gran impacto en el centro. Actualmente todo el centro trabaja mediante aprendizaje cooperativo, se ponen en marcha proyectos de trabajo, de investigación y de aprendizaje-servicio, no se concibe un proceso de enseñanza -aprendizaje sin recursos tecnológicos y se ha incluido la alfabetización digital del alumnado como saber básico. El trabajar de manera diferente a lo que se hacía habitualmente, obligó a asumir cambios en los procedimientos de evaluación, destacando la diversificación de instrumentos de evaluación, la adecuada asociación de los mismos a los criterios de evaluación y la información detallada que se aporta a las familias.
MIRA, MIRÓ: UNA EXPERIENCIA DIDÁCTICA DE INFANTIL
Nuestra aula del futuro es un espacio pensado para todos los cursos del centro. Se utiliza de manera muy variada según el curso, el docente y/o el proyecto. En ocasiones, se utiliza para desarrollar sesiones de robótica y desarrollo del pensamiento computacional. A veces se usa para desarrollar sesiones específicas dentro de proyectos de investigación. También la utilizamos para la puesta en marcha de secuencias didácticas completas, convirtiendo cada espacio del aula en una estación de aprendizaje.



En esta ocasión, queremos presentaros una experiencia que se desarrolló en los cursos de infantil de 3, 4 y 5 años, usando el aula del futuro para consolidar los aprendizajes que estaban adquiriendo en el proyecto que estaban desarrollado.
¿En qué consistía y cómo se desarrolló el proyecto?
El alumnado de infantil estaba desarrollando un proyecto en el que, usando como centro de interés al pintor Miró y su fantástica obra, iban a mejorar su identidad, estableciendo relaciones sociales saludables (Área Creciendo en Armonía), tomar contacto con los procedimientos del método científico y las destrezas del pensamiento computacional (Área Descubrimiento y Exploración del Entorno) y a valorar manifestaciones culturales, para enriquecer su bagaje cultural. (Área Comunicación y representación de la Realidad). Dentro de dicho proyecto, se planteó una sesión de 2 horas en el aula del futuro, en la que el alumnado iba a consolidar los aprendizajes que estaban adquiriendo mediante el uso de los recursos que ofrecía el aula del futuro.
En este sentido, la sesión de trabajo se desarrolló de la siguiente manera:
Espacio Presenta | El alumnado escuchó un cuento, en el que recordaban de forma dinámica e interactiva, los principales aspectos de la vida y obra de Miró. Durante el desarrollo del cuento, iban realizando actividades interactivas en la pizarra digital, como, por ejemplo, colorear el primer dibujo que realizó Miró: una tortuga |
Espacio Crea | Se elaboró, a modo de collage, una de las principales obras de Miró, debatiendo, previamente, sobre los materiales que iban a necesitar y la forma de crear la obra.. |
Espacio Investiga | El alumnado vio unos bits de inteligencia digitales, con los principales cuadros de Miró. Luego, jugaron a Kahoot, para que la docente pudiera comprobar los aprendizajes adquiridos. |
Espacios Desarrolla e Interactúa | Se elaboró un panel de robótica para trabajar con el Beebot. En el panel había cuadros que eran de Miró y cuadros que no lo eran. El alumnado disponía de un cuaderno con todas las obras de Miró, ellos debían identificar los cuadros de dicho pintor en el tablero y llevar al robot desde la salida hasta la meta, parando solo en casillas que tuvieran cuadros de Miró. |



Para desarrollar esa sesión, el alumnado trabajó en sus equipos de clase habituales. Cada equipo debía estar media hora en el espacio asignado y rotar al escuchar la señal de cambio. El alumnado aprendió y disfrutó mucho y el profesorado pudo poner en marcha todas aquellas competenciales digitales y didácticas en las que llevamos años trabajando.