El CEIP Domingo Miras es un colegio público de doble línea que encuentra situado en la localidad de Campo de Criptana (Ciudad Real) dentro de la Comunidad de Castilla-La Mancha. Entre los proyectos destacados del centro destacan el Plan de Igualdad, Programa Bilingüe, Proyecto por proyectos en Educación Infantil, Proyecto Carmenta, Programa Escolar Saludable y ahora el Aula del Futuro (el programa bilingüe, el proyecto escolar saludable y el Aula del Futuro de la junta de comunidades de Castilla-La Mancha).
En la actualidad se encuentra en la zona de expansión urbanística de la localidad y cuenta con 18 unidades (6 de infantil y 12 de primaria) dentro de un único edificio y tiene 2 plantas: la planta primera con las clases de Educación Infantil y 1º de Educación Primaria, aula de música y el espacio destinado al Aula del futuro. En la planta segunda con el resto de clases de Primaria. En la planta baja se sitúa la biblioteca, el comedor, un almacén, los despachos, la sala de profesores y la antigua casa del conserje, donde tiene su sede el AMPA del centro. El equipo docente está formado por casi 30 profesionales con distintas formaciones realizadas en metodologías activas y casi el 100% de la plantilla tiene reconocido un nivel de competencia digital B1 en la última convocatoria de nuestra comunidad.
¿Por qué un Aula del Futuro en el centro?
Tras la situación vivida en los centros escolares a raíz de la pandemia de la COVID-19, se hizo patente la brecha digital en parte del alumnado y parte de la comunidad educativa. Esta brecha unida a la falta de dispositivos y falta de recursos por parte de los centros fue el impulso que muchos centros necesitaba para identificar que era necesario una mejora en muchos aspectos tanto metodológicos como digitales. Esto impulsó la necesidad de mejorar las competencias digitales y metodológicas para hacer la educación más accesible y motivadora no sólo para el alumnado sino para los docentes.



Uno de los objetivos que se marca nuestro proyecto educativo de centro (PEC) es el siguiente:
Con esta premisa, se consideró que participar en el programa del Aula del Futuro sería un gran impulso al cambio metodológico en el que la educación se encuentra inmerso y ofrecer experiencias escolares que fomenten una participación activa y eviten el fracaso escolar.
¿Cómo se desarrolló la transformación del espacio?
La transformación del espacio implicó una reestructuración física para crear un entorno adaptable y multifuncional. La inclusión de vinilos y mobiliario móvil como sillas y grada para la zona presenta, dio un aspecto renovado al aspecto general del espacio. Se crearon las zonas de aprendizaje que incluyen tecnología avanzada como paneles digitales y dispositivos móviles (tablets) así como ordenadores portátiles. Se incluyó un área de grabación de radio y podcast así como un gran chroma para edición de vídeo.
Los principales retos a los que nos enfrentamos fueron por un lado la formación del profesorado y por el otro el poder contar con financiación de esos recursos. Para solventarlas, se recurrió a formación continua y se gestionaron recursos adicionales a través de programas como Escuela 4.0.



La planificación y remodelación del espacio se llevó a cabo con el apoyo de la comunidad educativa, que participó activamente en la selección de recursos y en la disposición del mobiliario. También se contó con el apoyo del AMPA y las administraciones públicas de la localidad. En cuanto a la formación del profesorado, se organizaron sesiones formativas internas para asegurar que todos los docentes tuvieran las competencias necesarias para aprovechar al máximo las nuevas tecnologías y conocimientos sobre metodologías activas. Estas formaciones no solo se centraron en el uso técnico de los dispositivos, sino también en cómo integrarlos de manera efectiva en las actividades diarias del aula para fomentar un aprendizaje más dinámico, participativo y alineado con el desarrollo competencial del alumnado.
Nuevas metodologías
El CEIP Domingo Miras ha integrado metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos (ABP), el aprendizaje cooperativo, la gamificación, aula invertida, Steam, programación y robótica, y el uso de tecnologías interactivas. La formación del profesorado fue clave, permitiendo que las nuevas metodologías impactaran en el proceso de enseñanza-aprendizaje, aumentando la motivación y mejorando la evaluación, centrada en las competencias básicas. La implicación del claustro ha sido fundamental para implementar estos cambios de manera exitosa, ya que casi el 100% de los docentes se han adherido a los diferentes proyectos donde el centro se encuentra inmersos, como el actual proyecto de innovación educativa de nuestra comunidad.

El impacto de estas nuevas metodologías ha sido visible en varios aspectos: se ha incrementado la motivación y participación del alumnado, quienes ahora se sienten más protagonistas en su proceso de aprendizaje; se ha fortalecido la implicación de las familias, que colaboran y participan en los proyectos; y se ha notado un mayor interés en las actividades escolares, lo que ha mejorado el clima escolar y la cohesión del grupo.
La implementación de estas nuevas metodologías también ha traído consigo una transformación en la forma en que se evalúa a los estudiantes. En lugar de las evaluaciones tradicionales basadas únicamente en exámenes y calificaciones numéricas, el centro ha adoptado un enfoque de evaluación continua y formativa, que se centra en las competencias y habilidades que los alumnos desarrollan a lo largo de los proyectos. Esto implica la observación directa, la autoevaluación y la coevaluación entre pares, lo que permite a los estudiantes reflexionar sobre sus propios procesos de aprendizaje y sobre su progreso. Esta evaluación competencial ayuda a identificar no solo los conocimientos adquiridos, sino también habilidades como la colaboración, la comunicación efectiva y el uso de tecnologías, proporcionando un panorama integral del desarrollo de cada alumno.
En cuanto a la motivación del alumnado, se ha experimentado un aumento notable desde la implementación del proyecto Aula del Futuro. El uso de tecnologías interactivas y metodologías participativas ha hecho que los estudiantes se involucren más en las actividades, ya que las consideran relevantes y conectadas con sus intereses y experiencias diarias. Los proyectos que se desarrollan en el AdF ofrecen a los alumnos la posibilidad de investigar, experimentar y crear, generando un aprendizaje significativo y atractivo. El hecho de que los alumnos tengan la libertad de explorar temas que les interesan y presentar sus resultados de manera creativa, utilizando herramientas digitales, ha incrementado su interés por aprender y su disposición a participar activamente en el aula.



Además de los cambios ya mencionados, la implementación del Aula del Futuro ha generado una mejora en el clima escolar general. La interacción constante y el enfoque en la colaboración han favorecido un ambiente de respeto y cooperación entre los estudiantes, reduciendo conflictos y aumentando la cohesión del grupo. Por otro lado, el uso de tecnologías ha permitido al centro superar las limitaciones físicas del aula, brindando a los estudiantes la oportunidad de conectarse con otras realidades y entornos de aprendizaje a través de actividades virtuales, visitas en línea y conferencias con expertos. Este acceso a experiencias educativas más amplias y diversas ha enriquecido el currículo y ha ampliado las oportunidades de aprendizaje para todos los estudiantes, preparando a los alumnos para enfrentar los desafíos del siglo XXI con una mentalidad más abierta y global.
Ejemplo: Audioguía de nuestros molinos
Uno de los proyectos realizados en el Aula del Futuro ha sido «Audioguía de nuestros molinos», en el que los estudiantes investigaron sobre la historia y cultura de Campo de Criptana utilizando herramientas digitales centrándose en los molinos de viento. Se organizaron grupos cooperativos de 4 o 5 alumnos, fomentando el aprendizaje autónomo y colaborativo. Se asignó uno de los diez molinos actuales a cada grupo. Como productos finales se obtuvo una audioguía grabada tanto en castellano como en lengua inglesa, además de una infografía de cada molino de viento. Estos productos finales fueron asociados a códigos QR que pueden ser leídos en la oficina de turismo de la localidad.



Este proyecto no solo se centró en la adquisición de conocimientos históricos y culturales, sino que también fomentó competencias esenciales del siglo XXI, como la colaboración, la comunicación efectiva y el uso crítico de las tecnologías. Además, la experiencia fue valorada positivamente por el alumnado, quienes participaron activamente en las sesiones y ayudó a los alumnos a conectarse con su entorno, desarrollando sus habilidades tecnológicas y sociales. La experiencia ha servido como modelo para futuros proyectos en el Aula del Futuro, consolidando este espacio como un referente en la innovación educativa del CEIP Domingo Miras.